Renacer fuera del cuerpo.
Es como caminar de manos, no de pies.
Puedes sentir tu cuerpo sin latido,
como ir pensando con el corazón pero
nunca podrás amar del pecho al cielo.
Te hace falta bailar entre la arena,
hundirte en las conchas.
Desafiar al mundo.
Olvidar el más grande vicio de la boca
y lanzar el pensamiento a todas las direcciones.
En este tiempo, en este momento,
todo es válido.
