Prometer.
No hay que dejar que nos detenga el mal tiempo,
que en todo momento menos es más.
Todo empezo cuando te descubri con los ojos
bien abiertos, y te pude ver.
Cuando no pensamos lento, y la
tranquilidad crispó sus nervios.
Te observo minuiciosamente, no vaya a
ser que te escondas bajo el nacimiento de un olvido.
Que peculiar aquel amanecer que
parecias ya no ser tan distante...
-¿Y si no es mío?-
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