Tendria que dejar de explorar los limites
del abismo, no me atrevo a tocar fondo.
Voy hasta la cima de la montaña,
me subo a una banca y comienzo a girar
y se vuelve apasionante el hecho de que
el aire te envuelva y es tan seductor que
te acaricie en cuerpo entero.
Mi cara se ruboriza, ¡que halagador!
que alguien me ame tanto.
-Skins-
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